19 de agosto de 2010

La niñera rebelde

Cuando supe que en Colombia, Brasil y algunos otros paises también hacían adaptaciones de Amas de casa desesperadas, mi vida no cambió en nada. Es decir, miré un par de cositas en YouTube de las otras "compras de formato" y me reí de lo absurdas que eran. Tan vacías, con actrices feas y sin gracia. Pero mi vida siguió igual. Hasta que me puse a pensar en que tal vez, pudiesen existir más Niñeras que la tan querida Fran Fain y que nuestra Flor Fink. Decidí volver al tubo en busca de respuestas y encontré muchas más copias.
Lo resaltable no es que ninguna de las otras risas del público sean tan berretas al lado de las originales, lo que sale de lo común es que la versión argentina es la única con una presentación distinta. Cito:






Esta es la versión mexicana



La chilenaaaa



He aquí la versión rusa, que no se puede insertar, pero sin linkear

Y para el gran final, la otra versión argentina, la K. No es la gran cosa, pero me dio gracia...

9 de agosto de 2010

Pitín, Lila y demás costumbres abuelísticas

En algún punto, las consecuencias del hombre hacen que la vida pegue giros locos. Entonces, mis abuelos paternos se separaron y se casaron cada uno con su pareja nueva. Por lo que tuve 6 abuelos. El esposo de la mamá de papá falleció, pero cada tanto, ella se pone de novio con algún vegete. Así que a estas alturas, tuve ocho mil trescientos veinticuatro abuelos y medio. Medio porque el hombre sin extremidades no cuenta como uno entero. En fin. Sumenle la longevidad de las partes y como resultado da abuelitis. Creo que debo estar en infracción con algunas leyes de excesos de abuelos.
Aún así, tengo sólo dos que siempre fueron abuelos de verdad, que nos mimaron y nos miman hasta ahora. Los papás de mi mamá. Agustín e Hilda, alias Pitín y Lila. Y como siempre dice Mary Alice en Desperates Housewives: "Hay algo que deberían saber sobre Pitín y Lila..."

Como toda señorita, era bien histeriquita
Cuando mi abuelo iba al pueblo a coquetearla a mi abuela, ella no lo podía ni ver. Él tan sobrio, con su eterna raya al costado y la ropa de punta en blanco. En el pueblo la cargaban diciendo "Ahí viene el soldadito a visitarla". Casi 60 años después de casados, seguimos creyendo que ganó por cansancio.

Moneda de cambio
La Lila nunca se adaptó bien al cambio de los Australes y el peso, ni hablar de la devaluación. Por eso no es de extrañarse que, si bien sabe que billete es, le diga al de $5 "cincuenta" o "quinientos". Es muy divertido cuando te da "quinientos" pesos para ir a comprar pan. Ojo, se equivoca en el nombre, pero no la cagás con nada a la abuela.

La casada, city quiere
Ambos vivían en el campo cuando eran chicos. La diferencia es que él tiene amor y nostalgia y se le va la vida contándote de su infancia, yendo a la escuela a caballo, corriendo carreras con los
vecinos. Ella no puede ni escuchar la palabra campo. Cuando Pitín nos cuenta una historia, le grita de atrás "Dejá de hablar boludeces, ni luz tenías en el campo" y el le contesta inevitablemente algo con ternura, pero no la compra con nada. Ni loca vuelve ella al campo.

Plan canje
Mi abuelo supo tener muchos autos, cada tanto los iba cambiando. Hasta que llegó al R12 y se enamoró. Lo tiene un lujo al tutú. Creo que no existe otro Reanult tan lindo como el de mi abuelo. Ahora, todavía no entiende que a los 80 no puede manejar, así que en breve sale en

todos los diarios "Veterano semiciego atropella 5 niños del jardín de su casa, él lloraba por el auto".

El opio de los pueblos
Lo que vos quieras, pero te rezan los abuelos, que da calambre. Rosario completito por noche más todas las oraciones a los santos. Ella también te reza uno a la mañana. La misa, con asistencia completa. Cuando hacen una misa por lo que sea, termino yendo pero no por la celebración, sino por no faltarles el respeto a ellos. Se mueren si no.

Hombres eran los de antes
Recuerdo que una mañana de agosto (este miércoles) mi abuelo me dijo: "El hombre sólo tiene tres amigos de verdad para toda la vida. Su médico, su peluquero y su mecánico. Son los únicos en los que se puede confiar de verdad. Porque siempre van a hacerte un bien". La frase me dio nostalgia, como que esos lazos, hoy en día, ya están un poco gastados.

Amargo (como pedo de vieja)
Al abuelo no le den otro mate que no sea amargo. Quizás un tereré o un mate de té, pero tampoco tanto. Eso sí, antes de prepararlo, te invita al patio a buscar cedrón y/o burrio y/0 cualquier otro yuyo que quieras. Y te ceba de rico el abuelo, un lujo son sus mates.

Timbera yo soy, ya voy a salir
Los domingos nos juntamos los que vos quieras. Dónde, no importa. Ahora, tipo 3 ella levanta campamento y se va a jugar al chichón con las hermanas. El juego clandestino es su otra actividad. No sabés la cantidad de guita que mueven. Es toda una matufia. $1 para entrar, $0,50 la colada. Y son profesionales. Se saben los juegos que arman todos. "Como vas a tirar la sota que ella levanta los oros?"

Guapa
Como todavía no sabe que de mi orientación sexual, el abuelo me vive buscando novia. Y de todas mis amigas, a quién vio más veces, a la Dai. Cada vez que la saluda dice: "Pero que buena moza esta señorita, como se llama?" "Daiana, abuelo, ella estaba el otro día cuando fuimos a la casa de la tía" "Ah... muy bonita es usted, sepalo" y después me mira con cara de 'guiño guiño'.

Guapo
Ella sabe hace poco, pero no que estoy de novio. Igual, de a ratos le cuento algo de 'mi amigo Sergio'. Igual, no es boluda. El otro día le conté que Casco había ido a San Pantaleon y que había pedido por ellos. Taba chocha.

Monster house
Mis abuelos viven hace 50 años en la misma casa. La fueron reformando con el tiempo y la tienen impecable, sin embargo cada vez que me quedaba a dormir ahí, me daba un miedo terrible. Empezó la vez que viendo Amigovios aparecía un fantasma de un adolescente muerto por la fiebre amarilla. Todavía le tengo un poco de miedo.

Horvilleur y sus radios modernas
El otro día la abuela me pidió que le compre una radio con 'cositos para escuchar en la oreja' o sea, auriculares, porque la radio que escucha el abuelo la tiene podrida. Ella también quiere escuchar música moderna. La vieja es linda, pero quiere conocer canciones nuevas también. Debería regalarle un mp3 con música de NTVG.

El pulmón del mundo
El patio de mi abuelo es enorme. Enorme y verde. Tiene quichimil plantas distintas. Sus flores favoritas son las orquídeas. Pasión tiene por las orquídeas. Cuando te pide que le vayas a regar, suspendé todas las actividades. Encima en el patio no hay presión de agua, hay que regar acarreando baldes.

Léxico abuelístico
Han desarrollado una cantidad de palabras para nomenclaturizar las cosas. Por ejemplo, no tienen control remoto, tienen 'cambiador'. Me hace acordar a la abuela de la amiga de Luly, que estaba feliz porque se había comprado una heladera con 'frishi' en lugar de freezer; o la abuela de Chuly, sin nietos floggers, pero con nieto flopy.

Mis abuelos son los mejores abuelos del mundo y eso no tiene discusión.

7 de agosto de 2010

Niño

Hoy es el día del niño. Todos vamos a saludar a los niños que nos rodean. Yo no. O yo también, pero también voy a saludar a los otros niños. A los grandes. Sí, a los grandes. A los que tenemos el niño interno bien externo, a los que no olvidamos que fuimos niños.
Los que seguimos viendo formas en las nubes, que miramos las estrellas con asombro. Que corremos de vez en cuando, riendonos con las bocas bien abiertas, mostrando todos los dientes. Nosotros en que YouTube buscamos todos los dibujitos de nuestra infancia y miramos más de un capítulo de nuevo. Nosotros, que olvidando lo que es la vergüenza decimos cosas sin filtros. Nosotros que decimos "jugar a la casita" en lugar de limpiar todo. Los que todavía 'gustamos de' en lugar de que nos guste alguien. Los grandes que más de una vez los vemos a los niños niños y nos ponemos a jugar con ellos, logrande ver un poquito de esos mundos que son capaces de inventar con sus mentes. Los que un día caminando recordamos una canción de Nubeluz, Chiquititas o Reina en colores, y cuando se la contamos a un amigo, se pone nostalgioso con nosotros. Los niños que ya no somos niños por una cuestión más temporal que por otra cosa, porque no podemos detener los pelitos de la barba o las piernas.
Los niños adultos que de vez en cuando miramos debajo de la cama a ver si no hay nadie y nos asusta un poco la luz apagada. Niño niñatos que llamamos a mamá para que nos alcance todo lo que nos olvidamos y que dejamos que nos acaricien. Niños que lloramos en sus brazos cuando el mundo se pone malito con nosotros. Niños que somos pequeños y vulnerables. Niños que jugamos a ser grandes. Niños que de pronto descubrimos que no somos lo que dijimos que seríamos cuando eramos niños y nos preguntaban que seríamos cuando seamos grandes. Niños que si lo somos. Niños que ahora nos afeitamos y maquillamos de verdad, que los zapatos de papá ya no nos quedan grandes y que las carteras ya son de verdad.
Niños que conservamos un álbum de figuritas, unos peluches, una muñeca o un autito de los chiquititos. Niños que jugamos a las bolitas y al elástico. Niños que no comprendemos cómo los niños se divierten ahora sin juguetes de niños.
Hoy es nuestro día, porque sin importar las canas, las caras llenas de arrugas, las piernas con várices, las tetas crecidas, la panza caída, la barba que no para de crecer, con cosas que hicimos que de niños jamás imaginamos, como así también con esas cosas que juramos de niños jamás hacer.

Salgamos a comer mandarinas bajo el sol, a remontar barriletes, a jugar a la bolita y a correr hasta que los pulmones no nos den más. Salgamos a disfrutar un día, como cuando éramos niños.

2 de agosto de 2010

The Salada's experience

Y algún día tenía que pasar, iba a ir a la Salada. No fue un viaje de placer, pero la aventura estuvo a la orden del día, o de la noche, porque viajé de madrugada.

La propuesta
"Algún día te voy a llevar" me dijo Sergio alguna vez, y yo le respondí que sí. Pero era todo supositorio, hasta que al final casi casi el sábado estábamos por, pero teníamos un cumple en un pizza libre, así que la comida pudo más y fue.

La previa
Estando en la pizzería, ya habíamos decidido que no saldríamos a bailar, y justo Alan (21) sobrino de Sergio nos llama que estaba por ir con su novia, su suegra y su pequeño cuñado. Y querían saber como llegar. Ni lerdos ni perezosos, nos apuntamos a ir con ellos. Ahora o nunca. Así que una vez terminada la pizzeada (que después voy a hablar de eso en otro post), nos fuimos a la casa de la flia política de Alan, prestos para partir.

La gata
Mucho me acordé de Benito, la Matu y la Chuly, porque tenían una gatila que era belleza pura. Siamesa de como 10 años, se me acercó y yo la agarré al toque. Le hablaba y parecía contestarme con su maullido. Una belleza. Cuando volvimos de la Salada, se me vino de vuelta.

La noche boca arriba
Resulta que íbamos a ir en camioneta. Con el frío que hacía, ya nos habíamos abrigado y buscado frasadas. Nos acostamos en la caja tapados hasta la cabeza. Entre risas y frescos, partimos hacia la aventura.

GPS
Una particularidad de Casco es que se acuerda de todo lo que es calle. Tiene un sentido de orientación bárbaro. Si alguna vez manejó hasta algún lugar, ya se sabe el camino de por vida. Se sabe ya una buena parte de las calles de Concordia y se re maneja dentro de la city. En fin, desde la caja, guiaba a Alan para llegar. Incluso, acostados mirando la negrura de la noche, me sabía decir "Preparate, que viene un lomo de burro" y no le erró ni uno.

De estacion en estacion(amiento)
Llegamos tipo 5 y alguito, ya era medio caótico el estacionamiento. Dimos bastantes vueltas. Entre buscar un lugar seguro, no tan lejano, con la gente que pasaba, con los "trapitos" que te revoleaban las manos para que estaciones acá y alla, fue toda una odisea. Finalmente encontramos una casa en una calle lateral que hacía las veces de estacionamiento. Gustó y quedó.

La Agridulce
Finalmente no fuimos a la Salada per sé, sino que era un complejito cerrado, que venden lo mismo, capaz un peso o dos más caro, pero que no es tan frío y se dice que es más seguro. Igual, no es muy distinto a lo que hay afuera. Termina siendo que arriba era un estacionamiento. Cuando pasaban los autos, se notaba. Ahí me dio miedo.

Proyecto Cartele
Los carteles que más me llamaban la atención eran unos que decían, por ejemplo "Prohibida la venta de cualquier mercancía que incumpla con la Ley de Marcas", lloré de risa. El otro, no gracioso en el contenido, sino en la lógica era "Prohibido el uso de estufas. Multa: 100". Y claaa, se les prende fuego algo, se mueren todos.

Trato hecho
La gente era re amable. Defendiendo su mercadería de los cuervos regateros, eran en general bastante amables y preocupados por sus clientes. Pese al frío de estar quietos, eran cálidos. No sé por qué, pensaba que serían más groseros. Me sorprendí.

Léxico
Sergio sostuvo toda la noche que si no hablás como porteño, te cobran menos (a mí me re costó jaja) Así que de vez en vez daba rienda suelta a su herencia paraguaya y le mandaba tonada. Yo por dentro me reía un poco, me daba ternura.

El Choping
Finalmente no compramos casi nada. Yo fui más para conocer. Había un par de buzos, que se yo, pero la verdad me contuve. Si compramos ropa interior. Claro, eramos Sergio, Alan, el cuñado de Alan y yo, así que comprámos bastante y nos salió dos mangos. También me compré una remera, pero después se las voy a mostrar.

Una madre siempre sabe
Les había dicho que la suegra de Alan venía con nosotros. Mujer joven y buena onda. El único reparo que hizo fue cuando compramos las medias, ella las sacó del paquete, para tantear la tela y para ver las costuras, por miedo a que estén mal en los bordes. Un amor.

Pudores
Ya a punto de irnos, tipo 8 de la matina, no aguanté más mis ganas de orinar. Justo yo, con mis innumerables fobias bañísticas. A ver, había baños cada tanto, los cuales te cobraban $1 para entrar. Te cobraban afuera, y ya te daban un rollito de papel. Adentro tenías los mijitorios (el olor ya lo imaginan) y dos o tres inodoros, que entraban y salían, como piña. Yo de maricón, no podía en los migitorios, así que casí al borde del vómito entré. No quería respirar, les juro que no quería. Incluso apenas abrí los ojos. Pero no pude más y respiré. Sentí que se me iba el alma hasta que ya no sentí nada. No, no me desmayé, sino que no había olor a nada. WTF? Mirá como son de organizados, que no había papeles en el piso, ni rastros de nada en el borde del inodoro, ni líquidos en el piso. Arriba había extractores. Un poco oscuro y con los típicos grafitis en la puerta, pero después, un lujo era el baño. Volví a sorprenderme. Hice pis feliz y me fui rete contento.

La vuelta
Ya descargado, con un par de boxers de la pantera rosa nuevos, algunas medias de algodón y mi super e increíble remera, volvimos a buscar la camioneta. Volvimos a taparnos. Hacía más frio, así que tuvimos que acercarnos más. Pero como yo gusto de Sergio y creo que él de mí. Me desperté llegando ya.

Secuela
Casco se quedó con las ganitas de pasar a la Salada posta, así que me dijo que en breve volvemos. Pero por ahora, pienso disfrutar de mis calzoncillos de Pantera Rosa, que son re cómodos y tan bárbaros :)