Chau 2010!

Otro año que se va y otra vez los clichés de hacer recuentos de lo mejor y lo peor, de cerrar balances como si todo lo que pasó queda en el año anterior y no vuelve.
Por mi parte estoy bien contento, me salió casi a pedir de boca en este año. Con novio, trabajo, salud, familia y demás, la verdad que sólo me faltó el factor estudio, pero sin embargo todos fueron preparativos para que en el año que entra se de eeeeese factor.
Para mis blogs si fue un año un tanto loco, es decir, tras la unificación eliminar la maldita advertencia de contenido, un par de lectores nuevos, un par de blogs nuevos para leer y un par de colores que no venían al caso y ahora están re metidos. Y hablando de nuevos lectores y blogs, debo decir que no tengo nada que envidiarle a Sabina, la buja adolescente, porque termino el año viviendo también con mi novio, aunque sin planes de casorio. Sí, escribí esa oración sólo para decir que por ahora vivo con mi novio, y si llegamos a soportarnos una semana más, chaaau, me tiro un pedo y digo que vivo con mi novio!
Cosas que me parecen curiosas en este fin de año: Cociné mi primer torta de panqueques, o antón chileno, o torta de fiambres o torre de fiambres y espero que esté riquísima, porque Casco hizo la versión bizarra y ahora entramos en competencia, a ver cual va a estar más rica. Aunque no cabe duda que la mía es mejorrrr!
Bue, a todo esto, como somos tipo cónyugues, Navidad pasamos con mi flía, así que Año nuevo pasamos con los Casco... todos motoqueros jajajajaja!
Bue, en fin, como sea, este precioso año se nos va y según yo, el que viene va a ser una porquería para compensar, así que con la mejor cara lo vamos a recibir como si nos llevásemos bien para después clavarle una botella de sidra por la espalda.
Ahora sí, feliz noche vieja, chúpense todo lo que encuentren y coman hasta reventar, total, lo que pasa en el 2010, queda en el 2010.

Final de Temporada

Nuevamente termina el año (el laboral y/o estudiantil, no el calendario) y es hora de terminar esta temporada. Suena gracioso pero es bien cierto que suceden algunas cosas que traen suspenso y que hasta el año que viene no van a quedar claras.
En esta temporada, pudimos ver como Gally llevaba su noviazgo. Los pro y contra, las cagadas que se mandó, las peleas que terminaban, dejando un gustito a moraleja. En el final de esta historia, Sergio se viene a pasar las fiestas acá y el cierre abierto es que finalmente me voy a vivir a Baires. Es un buen final de temporada para mí.
Lo gracioso es que algunas personas que conozco también tienen sus cositas que le dan candela a la historia. Por ejemplo, Mariela, la chica del buffet, que en un año le pasó de todo a la pobre (desde que entró como extra a la serie) y termina divorciada y sin trabajo, cosa que tendrá que hacer para el año que viene. Por otro lado, Flor, que va a ser la nueva "Yo" en la fotocopiadora va a tener que enfrentarse a toda la jauría de zombies de la UTN y sobrevivir.
Se van cerrando las historias de algunos otros personajes como la Dai, que termina de diez puntos, con su relación de noviazgo y ya que vamos a estar lejos, sólo aparecerá en algunos episodios especiales. Cosa esporádica, no más.
Lo que pasa siempre es que un final de temporada anuncia el principio de otra. Y en la otra tienen que pasar cosas que cambien la trama de a poco. Calculo que con nueva ciudad, nuevo trabajo y nueva carrera sobra decir que habrá un desfile de nuevos personajes, nuevos inconvenientes y eventualmente nuevos enemigos mortales.
Igualmente, la semana que viene tendremos el episodio recompilatorio del año, dónde mostramos los mejores momentos, lo que aprendimos y lo que esperamos. Incluso, si consigo hacer funcionar la máquina del tiempo, les prometo algunas imágenes del futuro, para ir entusiasmando.

El arbolito de Navidad es una falsa

Nah, ni da empezar de nuevo con mi antireligión, ni con eso de los rituales paganos, ni con la parte de "se quejan que los pendejos quieren festejar Haloween que no es nuestro y nosotros comemos comidas de invierno en pleno verano porque copiamos la Navidad pero decimos que es parte de nuestra tradición". Hoy el título es muy literal. El arbolito de Navidad es una falsa.
Para ubicarlos un poco en el tiempo, ya hace 8 días que debimos armar el arbolito y recién anoche nos dimos el trabajo, digo, gusto. Y eso es lo suave. Pasa que antes, cuando vivíamos en la otra casa, teníamos un modular que quedaba divino con todo, el arbolete arriba y luces, pero ahora no tenemos lugar en el depto, que es más grande, pero no tenemos el modular. Ahora lo metemos arriba de la heladera, a dos metros de todo contacto con la realidad. Por supuesto que arriba de la heladera se llena de polvo y queda ignorado por todos nosotros. Es más, ni siquiera nos gastamos mucho porque tiene bolitas rojas de un sólo lado. Sí, todo de un solo lado. Claro, si al otro no lo ven, para que poner más adornos.
Se va notando que ya no hay niños en esta casa, ya el decorado navideño pasa a segundo plano y sólo nos importa el chupi. Felices fiestas, gente, coman sanguchitos de miga hasta reventar y tomen alcoholes varios.

El SIDA NOS AFECTA A TODOS, LA IGNORANCIA TAMBIÉN

El primer día del último mes del año nos recuerda una lucha que involucra a toda la humanidad: la lucha contra el VIH/SIDA. En la puerta de NEA, Nueva Escuela Acuarelas había un cartel conmemorativo, pero nefastamente erróneo respecto del tema. Un afiche con fotos pegadas de una niña lavándose las manos que decía “Lavando nuestras manos, nuestra vida cuidamos” y debajo de otras fotos que explicaban el procedimiento correcto de aseo se leía “1 de Diciembre Día Internacional de la Lucha contra el SIDA”.

Puede parecer muy inocente, un simple cartel, hecho tal vez por estudiantes del primario, colgado en la puerta de una escuela, pero lejos de serlo, es una falta total de respeto hacia los más de 33,3 millones de enfermos alrededor de todo el mundo. Si lavarse las manos fuese suficiente, en lugar de preservativos, nos repartirían jabones y alcohol líquido por doquier. No se hubiesen registrado en 2009 más de 22.5 millones de infectados en África, ni habría 14.8 millones de niños huérfanos por ésta enfermedad sólo en ese continente.

No creo que en un mundo dónde el contagio se diese por “manos sucias” hubiésemos visto ninguna movida el sábado por nuestra ciudad o escuchado al Coro Kennedy frente a la Municipalidad de Concordia. Tal vez la señora Blanca Bou no hubiese tenido la necesidad de luchar y estaría felizmente en su casa, tomando el té.

Entiendo que sea difícil explicar a niños y adolescentes que la enfermedad se trasmite por relaciones sexuales, pero esto ocurre. Y en todo caso, podemos hablar de otras maneras de contagio como el contacto sanguíneo con una sangre infectada o de una madre a su bebé tanto en el último tiempo del embarazo como en la lactancia. Pero el Virus de la Inmunodeficiencia Humana no se transmite por tocar algo.

Un simple cartel se convierte en una aberración y en una falta de interés genuina por una problemática social sumamente relevante. Y termina siendo una aberración social también. Porque no me puedo explicar que ningún docente del establecimiento haya notado el error del afiche, ni la persona que lo colgó, ni los padres que llevan a los chicos a esa escuela, ni siquiera algún transeúnte que camine por Hipólito Yrigoyen al 777.

Es hora de tomar conciencia de una vez por todas. Basta de dejar que los demás hagan. Basta de ocultarles a nuestros niños información que les puede salvar la vida. Dejemos de ser un pueblo viejo con tabúes. La mitad de todos los casos de Entre Ríos de personas con VIH positivo, vive en Concordia.

Como sostiene Blanca Bou, existe un tipo de vacuna contra esta enfermedad, una vacuna social y que es la información. Educar es combatir y no hay nada más opuesto en este mundo a la lucha contra el VIH/SIDA que lavarse las manos.

Juan Manuel Galeano

DNI: 34.040.479