15 de febrero de 2011

Valentin's Day

Finalmente se cumplió uno de los sueños de los dos sueños de mi infancia! Si bien no fue el de tener superpoderes como volar, atravesar paredes o lanzar rayos por las manos, mi vida se convirtió en un libreto de sitcom. Yeah!
En el día de los enamorados, viví de cerca cuatro situaciones de parejas que con unos retoques de humor y la musicalización adecuada hubiera sido un capítulo de cualquier serie de comedia romántica estilo How i met your mother.
Por un lado, un gran amigo decidía terminar finalmente la historia que nunca empezó con un chico que venía conociendo, en el barrio chino, en la víspera de San Valentín. Horas más tarde, ya siendo 14, otro gran amigo era puesto en stand by por su chico. Una tercer pareja sumergida en una gran crisis iba al cine, sumándole un poroto más a su desgastada relación, en un noble intento por acomodarla. Y finalmente Sergio y yo, sin planes previos ni sorpresas, decidimos ir a comer a un restaurante abarrotado de gente, dónde esperamos un millón de años hasta que nos trajeron la comida. Sí, hasta acá las cuatro historias son tristes. Carecen de gracia y cierre que deje un mensaje. Pero no fue todo tan desastrozo si se revisa como siguen.
Sergio y yo no sólo comimos riquísimo, sino que vimos en primera fila como la mujer de al lado se quejaba constantemente y reclama no pagar el servicio de mesa, dejando en ridículo a su eunuco marido, mientras que en una mesa más allá uno de los cuatro integrantes se levanta a servirce el pan y el hielo mismo, ya que el mozo no aparecía por ningún lado.
La pareja en crisis se centra charlando sus diferencias y desde ya hacemos chistes sobre los rumores de mi santo amigo, bromeando sobre su nueva condición de reconocido pervertido en la nueva ciudad. Y Diego, quien terminaba su no relación, abría las puertas para la nueva historia que comenzaría horas más tardes en algún McCafé de Once.
Pienso que es un buen episodio, falta pulirse, pero tiene potencial. Sobre todo porque vamos esperando desde ya el año que viene para mirar hacia atrás y reir sobre las cuatro diferentes aventuras que vivimos en el Día de San Valentín del 2011.

13 de febrero de 2011

San Valentía

Quererte, una aventura cada día. Con sus pendientes y acantilados. Con algunos fantasmas que rondan el sendero. Con negros nubarrones en el cielo que atormentan la calma. Una tarde en la playa y una ola que parte salpicando más allá de la arena, formando un efímero arco iris.
Vivir con vos, otra historia. Sin esos kilómetros de asfalto caliente con rayas blancas, con toallas mojadas sobre la cama. Sin desconexiones pero sin sintonías. Ropa sobre el suelo y puertas abiertas.
Una vida juntos es más que una vida con vos, es un viaje lleno de sorpresas de las buenas y de las otras, de caricias y con gritos mudos. Estar enamorado no es un estado pleno, así como tampoco es triste. Estar enamorado es ponerse los huevos bien puestos y salir a pelearla por y con esa persona. Es valentía.
Feliz día, mi amor. Me hacés muy feliz.