21 de mayo de 2007

La carta astro(I)logíca del gally

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Después de haber estudiado durante mi secundaria algunas ciencias ocultas como las matemáticas, física y biología (“ocultas” porque ocultaba los exámenes a mis viejos, ocultaba las carpetas para no estudiar) decidí investigar la historia del horóscopo chino. Fueron años de viajes, buscar y escarbar hasta que encontré una pequeña caja que los monjes Yen Yen tenían guardada hace más de 3 mil años. En la caja había mapas antiguos, recetas para hacer té con la flor del loto y lo más importante, al menos para mí, un papiro milenario que contenía más animales del horóscopo chino. Grata fue mi sorpresa al descubrir los animales que este horóscopo había olvidado, pues me resultaban más familiares que los conocidos. También fue asombroso saber que éstas alimañas no tienen que ver con los años. Simplemente se puede ser una de ellas o no. Aquí se los presento, con sus respectivas características para reconocer a las personas que pertenecen a cada signo.


El Pulpo: se rasca a ocho manos, fuma a ocho manos, chupa a ocho manos, pero jamás trabajará a ocho mano. Dice que come camarones pero en realidad se come cualquier pescado. Su vida es un eterno derroche de tinta. Pretende hacerse el macho y todos sabemos que es re blandito.











El Murciélago: se pasa la noche de cueva en cueva. Fuma como un vampiro y suele ser medio chupasangre. Le gusta hincar el diente, pero se va volando antes de que salga el sol. Es más ultrasónico y escurridizo de lo que las mujeres creen. A éste nunca lo van a llevar al altar porque ahí está lleno de cruces.











La Hiena: otra de vida nocturna, pero ésta se queda hasta más tarde, para ver si puede carroñear alguna presa olvidada o algún cadáver borracho. Amiguita del malo de la película, en el caso de "El Rey León", le encanta reírse de cualquier estupidez, pero nunca entiende los chistes.









La Babosa: rastrera y trepadora, siempre deja un rastro mocoso que revela su paso por tal o cual lugar. Su lema es “lenta pero llega segura”. La babosa parece mala y venenosa, y en realidad es bien indefensa. Se lubrica fácil, pero cuando le quieren echar el polvo, se pudre toda.









El Ciervo: es todo suavecito. Inocente, inofensivo, saltarín. Cuando lo intimidan mucho, sale despavorido. Siempre pelea por quedarse con la hembra de la manada, y el muy bambi no se da cuenta que tiene unas guampas terribles.









La Lechuza: la muy ojona mira desde lejos... pero bien que te chista. La plumífera se hace la quietita y levanta vuelo enseguida. También le gusta la noche y suele ser falluta y traicionera. Se hace la que tiene el pico chico, sin embargo todos conocemos los bichos que se come.









La Mosca Verde: molesta como ella sola, le encanta zumbarte en el oído hasta el cansancio. Es de esas que se tragan cualquier mierda y no te la sacás de encima ni echándole fly. Igualmente es preferible verla jodiendo y no haciéndose la mosquita muerta.









La Cebra: pobre hervívora, se cree una yegua y está rayada. Se ve que mucho la idea no le carbura, porque todavía no sabe si es blanca con rayas negras o negra con rayas blancas. Seguro que se siente identificada con Michael Jackson. La cebra parece mansa, pero es peligrosa, sobre todo cuando anda en manada.









El Oso Hormiguero: posee un extraño hocico que usa para chupetear y tiene muchas habilidades con la lengua. Se deja crecer las uñas para rascarse mejor. Lo peor del oso hormiguero, es que después de años haciendose el buenito, ahora descubrimos que es un asesino serial.











La Cucaracha: sucia como ella sola, se manda a cualquier alcantarilla. Ésta no solo le huye a la luz, sino que también escapa de la limpieza. Otra arrastrada, pero menos viscosa y más morochita. Ahora, todos sabemos que cuando explote la bomba nuclear, ella va a seguir caminando como si nada.











La Mona: a diferencia del "MONO" que ya existe, ésta se caracteriza por ser un tanto más lela. Aunque dice no hacerse la del mono por su sexo, se come cualquier banana con orgullo. Lamentablemente, para ella, suele olvidar que aunque la mona se vista de seda, mona queda.









Hormiga: trabaja como negra para mantener a su familia que son como 40 millones. La madre no hace nada y cada dos por tres, anda pariendo sus hijos, todos de distinto padre. Lo peor de su caso es que la pobre hormiga aún tiene la ilusión, pero nunca va a dejar de ser una pobre obrera.







2 comentarios:

DaNiZz dijo...

hola pepe!!! jajaja x el saludito te habras dado cuenta d quien soy... no podia dejar de firmar este posteo en particular ya q soy en part protagonista (oso Hormiguero). esta muy bueno tu blog. Bueno. nose q mas decir soy medio banana (Q RICO) para esto d los comentarios...

Marbot dijo...

Jajaja eso de las "ciencias ocultas" es tuyo? Es literarura de alto vuelo. Saludos!