CARTA ABIERTA PARA MIS AMIGOS EN SU DÍA

Pensar que en momento creí que sería mejor pasar éste día lejos, debido a que, si comparamos con años anteriores, estamos bastante alejados de un montón de gente con la que antes compartíamos esta fecha.
Pero todo cambió cuando escuché una de esas patéticas canciones que dicen hablar de la amistad y por lo menos a mí nunca me gustaron, tipo la de “Los Enanitos Verdes”. Vi un montón de imágenes en mi cabeza que no había visto. La más importante: sin toda esta gente que hoy juega totalmente un papel de extras en ésta novela que es mi vida, El Día Del Amigo me encontraría sólo con mis verdaderos amigos, sin todos esos “ruidos” que estorbaron siempre.
De ahí un nuevo pensamiento que trajo nuevas dudas, dos incógnitas:
 ¿Seré un verdadero amigo yo para ustedes?
 ¿Sería yo un buen amigo?
Pensé en las cosas que vivimos y asumo mis equivocaciones. Aunque no me comporté así todo el tiempo lo hice, y el mea culpa es este:
Les fallé tantas veces. Los ignoré y actué sin pensar. No supe tolerar. Les mentí por miedo a prejuicios y los juzgué sin querer hacerlo. Los lastimé, no callé sus secretos. No entendí sus motivos y no pude aconsejarlos. Busqué en más de una ocasión mi conveniencia, me cegué y los abandoné. Grité tan alto que no me permití escucharlos. Me volví pedante, egoísta. Miré sus ojos aún sabiendo que había metido la pata. Llevé y traje incontables veces. No supe valorarlos y por eso no acepté sus errores. Hice tanto mal innecesario, me mandé tantas de las mías y recién ahora me doy cuenta de mis errores.
¿Cómo pude llamarme amigo suyo si hice todo lo que no les perdoné?
Fui un personaje que por H o por B siempre me alejaba de las personas que quería.
Hoy tan lejos de ustedes me duele y me lastima haber sido así... tan... “Gally”...
Espero sepan disculparme por todos estos errores, en realidad nunca fue mi intención hacerles daño.
Ustedes tan radiantes y yo pensando en otro lugar... como la canción...
Hay veces que me siento tan solo acá, sin ustedes, que por dentro se me desgarra el alma... es que tampoco olvido que cada vez que pude los abracé y son los recuerdos de esos abrazos los que hoy, tan solo, frío y vacío; me dan fuerzas para seguir. Son ustedes, mierdas, los que me hacen seguir adelante.
Juro por mi Sofía, que la amo, que nunca quise lastimarlos. Yo los amo, mis errores no fueron más que un delirio adolescente, no por justificarme, sino porque nunca los querría alejar de mi.
Cada vez que los veo sigo sintiendo esas cosquillas en la panza y e nace decirles “Ah... están hermosos” y es de verdad. No por tirar flores en vano, es que en sus caras veo todo lo que vivimos juntos y son tan importantes para mí... son tan importantes...
No pude ser perfecto ni por lejos, perdón, pero no le voy a dar la razón a Julio Barrios, ¡No Mierdas! Ustedes son mis amigos para siempre y no los voy a perder, ya no les voy a fallar.
Para este intento de crecer como persona me inspiré en ustedes y es para ustedes, porque saben que los amo y no me canso de decirlo.
Me acuerdo de cuando los conocí, a cada uno de ustedes, pero no de cuando nos vimos o presentamos por primera vez, hablo de cuando empecé a ver más allá de todas esas caras, cuando vi lo que realmente son. Quizá tardé mucho en darme cuenta de lo que llevan dentro, que tan frágiles y a la vez fuertes son, pero creo que gracias a eso los valoro más.
Compartimos tantas metas, tantos viajes. Los sueños, las fiestas. Alegrías y tristezas en los corazones. Los momentos de glorias y laureles como los naufragios y laberintos. Hicimos un mundo aparte, una primavera eterna con flores de papel para un bosque encantado. Iluminamos nuestros corazones y nos aferramos a una infinita libertad, encadenados sólo a nosotros mismos.
Lavamos nuestras culpas en cada mate que se iba, nos abrigamos y calentamos con brazas de cigarrillos. Agotamos cada baile y nos refrescamos en cada sorbo del vaso de cerveza compartidos.
Volamos en las alas del Ángel, viajamos en flotas de camiones cargados de ellos.
Y si todo esto no alcanza para establecer una AMISTAD, lo que nos hizo más fuertes fue el sentimiento que le poníamos a todo y el saber que con el otro podíamos ser quienes éramos realmente.
Cometimos errores, entre nosotros o en grupo, pero sólo de inocentes, en nuestra ansiedad por hacer una vida entera de cada segundo. “Nos hemos equivocado aún teniendo todas las respuestas...”
Retrucamos con el As de Espadas bajo la manga y con un ancho falso también, todo por ir más allá.
Hoy estoy lejos. Mas no estoy solo en realidad, porque sé que están, lo sé. Y aunque el destino me trajo hasta acá sin poder vivir este día con ustedes, les pido que esta noche miren las estrellas y me recuerden en cada uno de nuestros rituales.
Pero no bajen los ánimos, porque. aunque sea a la fuerza, pudimos lograr eso que siempre anhelamos: hacer de cada momento juntos, un Día del Amigo.
FELIZ DÍA, LOS AMO.
GALLY