¡Qué lindo que es cagarse de calor!

No entiendo a la gente que usa aire acondicionado. ¿Con qué necesidad?

Es decir, me paso todo el invierno cagándome de frío como para que una vez que llega el calor, encerrarme a cagarme de frío de vuelta.

Mi tía Amandita, a la que quiero con todo mi corazon, se compró un Split enorme, que lo pone a full y (no miento) duerme de frazadas. Tá loooca. Después se levanta y se agarra una pulmonía porque en el comedor hace 35°.

Pero escuchame... las horas que habré puteado, acostándome en una cama helada, que por más que le ponga 29 frazadas no se calienta nunca, con remera, pijama, dos pares de media, bufanda y gorrito. Si habré salido a la calle con remera, polera, chaleco, buzo, campera, guantes... a las 8 de la noche pegá la vuelta porque después se levanta el vientito y vas muerto...


¡Ahora se termina esa tortura, gente, avívense! Es tiempo de dormir en pelotas, con la sabana tirada por allá, ventilador a full, para que el vientito te acaricie mientras uno transpira sobre la funda... es tiempo de esos abrazos de torsos desnudos, pegajosos y sudados, de comer ensaldas frescas y tomar jugo con mucho hielo, ni hablar del tereré. De tomar helado, que es más rico que en invierno.

Esos son los verdaderos placeres de la vida.


Basta de crear mini climas causadores de enfermedades respiratorias, disfrutemos el verano que se va pronto, del sol, la noche, la playa, la lluvia, será que no me amas...


Disfrutemos... antes que El día después de mañana llegue... y nos volvamos a cagar de frío.

Este no sabe lo que se pierde, por frígido del orto...

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