9 de febrero de 2009

Dirigido

¿Sabés qué es lo que pasa? Que nunca hubo un "No", un "te dejo", "estoy con otro". Siempre un "más adelante", un "en el futuro", un "estaremos". Ese es el que al día de hoy me rompe más las pelotas (antes me parecía lo más romántico del mundo). "Estaremos"; "estaremos". Promesas para el futuro que nunca se van a cumplir. Porque a manera de capricho yo quiero ahora. YO TE EXTRAÑO AHORA, TE NECESITO AHORA, TE AMO AHORA...

Justo ahora que me compré el teléfono con cámara, Bluetooh y toda la bola, que obviamente, incluye reproductor de música. Entonces empiezo a jugar al macabro y mazoquista juego de "este tema me hace acordar a vos, este no", dónde de alguna extraña manera TOOOODOS los temas me terminan recordando ese "Dulce noviembre" que adelantamos hasta febrero. Arranco de one con Calamaro hasta arrancarme la carne de los huesos y sigo hasta con Banda XXI, para seguir desgarrándome el alma.

Lo peor de todo es que yo lo pedí a esto. Sí, bien pajero terminé siendo, porque te pedí. Hace dos añitos, unos meses antes de conocerte, veía a muchos de mis amigos sufriendo por amor, con un dolor indescriptible. Y obviamente, yo lo quería probar. Pero la curiosidad mató al Gally, porque la Ninfa Bebé me cumplió el deseo y te me trajo. Me enamoré y ahora que te fuiste, me abandonaste, me dejaste, me olvidaste o me no se qué, yo sufro. Y es un dolor de la concha de la lora. Es como que cada vez que me acuerdo de vos (y todo me hace acordar a vos) siento como una presión en el pecho taaan fuerte que pareciese que se me van a salir los ojos. Justo como si me acostaran boca arriba y me pusiesen una tonelada de cemento en el pecho. De cemento o de lo que sea, porque una tonelada es una tonelada, de cemento o de cáscara de banana.

Y es preocupante cuando un año después te quedás despierto hasta las 4 de la madrugada pensando en lo que fue, en lo que no fue, en lo que pudo ser o lo que no pasó, y terminás obligando a tu mejor amigo a jugar al "salvataje" y estás tan despechado con la vida que le das a elegir a Ventur*, Polino o la Tota Santillán. O cuando estás idiotizado en la biblioteca pegando obleas y te acordás de algo, te sentís como encabronado y terminás, sin querer cortándote con la trincheta vieja, negra y oxidada. Por eso uno termina haciendo mini posteos que no dicen nada, como el que está abajo de éste.

Y la verdad es que aún despechado/a y todo, como me siento en este momento, tengo que confesar que te extraño mucho, que me hice el "face" para que me encuentres o que este posteo mismo es en realidad una burda manera de que te enteres como estoy, porque hay un rincón pelotudo dentro mío que sigue con la esperanza de que te preguntes cómo estoy, y que leas mi blog de vez en cuando para... y que lo más triste de todo esto, es que cuando te vuelva a ver o si te llego a tener de frente te voy a mirar como si nada, diciendo que esto lo escribí hace mucho y que ya no me pasa nada con vos y que ya fue.


No hay comentarios: