Hubo un tiempo dónde todo era hermoso...
Conocía tanto a mis amigos que siempre sabía con que iban a saltar. Era un buen cristiano. Aconsejaba siempre de la manera correcta. ¡Cuánta gente venía a pedirme consejos, aún sin que seamos amigos!
Todo era feliz y yo me portaba bien.
No sé que pasó en el camino, pero hoy pienso que sucede todo lo contrario...
Sera como dijo Jose: habrá que fumigar y empezar de vuelta, ¿Acaso no se trata de eso?
2 comentarios:
Me siento igual...
Si esa fumigación significa desaparecer a "cierta" gente: avanti!
Pero te digo: no saber con qué van a saltar, es también bueno.
Pero tampoco sé de qué hablás!
:P
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