17 de abril de 2008

PROBLEMAS DE PAREJA

Nos llevábamos bien. Aunque me hacía sufrir, quejarme y maltratar a la gente, nuestra relación era lo suficientemente fuerte como para mantenernos unidos.Una simbiosis en la cual cada uno se cagaba en el otro. Ella abusaba de mí a veces y yo la usaba con el fin de parecer más fuerte de lo que en realidad era.Una relación enfermiza con fines macabros, que no compartía sentimientos entre nosotros, sino con para con el resto de la raza humana.

Un día nos separamos, sin peleas de por medio, ella tomó su camino y yo el mío. Es normal que las parejas se separen en algún momento, al menos para mí. Lo que no era normal tenía más bien que ver con el hecho de que no la extrañaba. No, ni un poquito. Incluso comenzaba a disfrutar de la vida como no lo hacía hace mucho tiempo. Era tan puro el aire que respiraba, que los colores tomaban mayor luz para deleitar a cualquier transeúnte.
Pero llegó el otoño gris y regresaron las ganas de sentarme a escribir. Y el problema fue que sólo tenía las ganas, porque no podía escribir nada: no se me ocurrían ideas o simplemente no podía redactarlas. No tenía mi inspiración, mi motor, mi Musa.
Recuerdo aquellas pesadillas en las que me veía sentado frente a la computadora, recostado con la cabeza hacia abajo sobre el teclado y mis brazos cruzados detrás de mi cuello. Lo único que ilumina es el monitor y así la imagen se aleja hasta perderse en la inmensa oscuridad.
Preocupado por esta crisis, decidí llamar al Destino, el único con el poder suficiente como para mostrarme que sería de mí, hasta incluso que es lo que me pasaba en aquel momento.
El día acordado me levanté temprano, me puse mis mejores ropas y salí de casa con suficiente tiempo como para no hacerlo esperar. Media hora después de la pactada me puse un poco tenso, ya estaba muy impaciente y el tipo se seguía haciendo rogar. Una hora. Dos. Mi cara estaba montada por el cólera y mis pulmones respiraban con dificultad por tanta bronca acumulada. "¿Qué se piensa este pelotudo a pedal? Arrogante prepotente que se hace el lindo sólo porque puede manipular la vida de los seres mortales, pero bien que a la suya ni se la toca, el forro hijo de una gran puta. Enfermo, pederasta, masoquísta transvestido que se tira a llorar en su cama dejando que el delineador se le corra por toda la cara". Tuve tanta bronca, tanto odio como hace tiempo no sentía.
En medio de esa nube de pensamientos e insultos siento que su mano tocaba mi hombro. Aunque no le veía la cara podía denotar que estaba sonriendo, con esa cara de llena de sobervia y su "Ups, lo hice otra veeeez..."
Giré rápidamente para golperle su estúpida cara cuando la vi. Estaba detrás de él, con sus tobas, su oscuro brillo azul y en la mirada tenía la misma sensación que yo, ese reencuentro después de extrañar tanto a un amigo fiel...
Ahora volvimos a estar juntos, su odio y mi pasión, mi musa y yo...




...y ahora, más inconformistas que ciclotímicos, más irónicos que serios y por supuesto, más malos que Sofovich.
Ahora sí, bienvenidos a "LA VIDA SE PASA BLOGUEANDO"

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