Escuché de un hombre que se sintió tan poderoso que decidió prescindir del resto de los hombres. Para refugiarse del mundo en el que vivía, se alejó hacia las cavernas, donde hizo su vida totalmente solo. Claro, tuvo muchos problemas que nunca pudo resolver, pero fue incapaz de pedir ayuda. A tal punto se sintió autosuficiente, que ya no hablaba siquiera con las aves, él sería su mejor compañero de charla.
Un día un derrumbe de las cavernas lo aplastó. Al principio intentó salirse solo. No pudo. Después probó otra vez, y volvió a fallar. Así hasta que decidió pedir ayuda, pero como ya hacía años que no hablaba con nadie, no supo decir esa palabra...
Todos necesitamos ayuda, todos esperamos un héroe que nos ayude en los momentos difíciles:
un profesor que nos inspire a no dejar la carrera, un amigo con quien descargarnos, un padre que se mata laburando para pagar los estudios...
Nadie es autosuficiente, pues todos necesitamos respirar ese oxígeno generado por las plantas...
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