16 de julio de 2008

Darian

Darian es una amiga. A veces se pasa, porque además de amiga se vuelve conciencia.
Es muy especial para mí, porque suele entender cosas que otros amigos pueden entender, pero ella tiene una visión particular, que muchos no pueden ver siempre.
Darian siempre está creciendo, cambiando. Evoluciona a su manera, siempre hacia adelante, sin prisa pero sin pausa.
Ahora dejó de fumar y en lugar de comer o ponerse histérica como muchas personas cuando abandonan el vicio, piensa. Sí, piensa. Mucho y en muchas cosas.
Muchas veces se da cuenta que no está respirando, que se puede no pensar y que Teba parece un abuelito de invierno, pero también se da cuenta que no tiene tantos problemas, sino inconvenientes y me hace dar cuenta que yo estoy en la misma situación.
Siempre cuento a los demás situaciones graciosas de Darian. Una vez hasta me preguntaron si esta chica era seria en algún momento. Creo que es más seria de lo que creemos y le hacemos creer, sólo que al mejor estilo Principito, aprovecha una bandada de pájaros para evadirse.
Pero, ¿por qué dedicarle un post recién ahora, si la conozco hace años?
Creo que es porque necesito demostrarle cuanto la amo de todas las maneras posibles, y este posteo es al fin una excusa.
Darian... tan fiel a su estilo... Cuando baila "El baile del ladrillo" arriba de su cama todo el mundo se vuelve fiesta, todo se llena de esa magia retro que hace vibrar al alma.
Si tuvieran la oportunidad de verla: tan chiquita, rubia y chocolate. Tiene un piercing en su nariz y cuando se pone su campera blanca se convierte en un conejito esquimal. Empieza a saltar con los pies juntos y entonces todos reímos, podemos olvidarnos de esos inconvenientes que nos entristecen.
Y si hablamos de la cocina, me hace salsa pero sin zanahoria, porque a mí no me gusta. También puede cocinar cualquier panificado que aún quemados por el descuido de quien escribe, siguen teniendo ese sabor delicioso, que te obliga a seguir comiendo.
A veces me pregunto que sería de mí si no la tendría tan cerca como la tengo. Si tan sólo estudiase en una ciudad diferente y la viera una vez al mes, como al resto de los chicos... no podría. Cuando el año pasado parecía que ya no seguiría en C del U, estuve en crisis, a punto de abandonar yo también.

Ay mi Darian, conjunto de sueños en frasco chico, que se anima a decir lo que yo pienso pero no digo, que me entiende aún cuando ni yo lo hago, quizá te den miedo las vías en las alturas pero te encantan las sillas en los baños... nunca me dejes, aún cuando te lo pida a gritos, porque sabés que sin vos, no llegaría a nada.

2 comentarios:

Marlene dijo...

dari dari dar

buena mina...

muy buena mina...

besos para ella...

y para ti... mi gallito!!!

DaNiZz dijo...

la dariii! ESO ES UNA GRAN VERDAD!!! yo tb la kiero mucho mucho.