2 de agosto de 2010

The Salada's experience

Y algún día tenía que pasar, iba a ir a la Salada. No fue un viaje de placer, pero la aventura estuvo a la orden del día, o de la noche, porque viajé de madrugada.

La propuesta
"Algún día te voy a llevar" me dijo Sergio alguna vez, y yo le respondí que sí. Pero era todo supositorio, hasta que al final casi casi el sábado estábamos por, pero teníamos un cumple en un pizza libre, así que la comida pudo más y fue.

La previa
Estando en la pizzería, ya habíamos decidido que no saldríamos a bailar, y justo Alan (21) sobrino de Sergio nos llama que estaba por ir con su novia, su suegra y su pequeño cuñado. Y querían saber como llegar. Ni lerdos ni perezosos, nos apuntamos a ir con ellos. Ahora o nunca. Así que una vez terminada la pizzeada (que después voy a hablar de eso en otro post), nos fuimos a la casa de la flia política de Alan, prestos para partir.

La gata
Mucho me acordé de Benito, la Matu y la Chuly, porque tenían una gatila que era belleza pura. Siamesa de como 10 años, se me acercó y yo la agarré al toque. Le hablaba y parecía contestarme con su maullido. Una belleza. Cuando volvimos de la Salada, se me vino de vuelta.

La noche boca arriba
Resulta que íbamos a ir en camioneta. Con el frío que hacía, ya nos habíamos abrigado y buscado frasadas. Nos acostamos en la caja tapados hasta la cabeza. Entre risas y frescos, partimos hacia la aventura.

GPS
Una particularidad de Casco es que se acuerda de todo lo que es calle. Tiene un sentido de orientación bárbaro. Si alguna vez manejó hasta algún lugar, ya se sabe el camino de por vida. Se sabe ya una buena parte de las calles de Concordia y se re maneja dentro de la city. En fin, desde la caja, guiaba a Alan para llegar. Incluso, acostados mirando la negrura de la noche, me sabía decir "Preparate, que viene un lomo de burro" y no le erró ni uno.

De estacion en estacion(amiento)
Llegamos tipo 5 y alguito, ya era medio caótico el estacionamiento. Dimos bastantes vueltas. Entre buscar un lugar seguro, no tan lejano, con la gente que pasaba, con los "trapitos" que te revoleaban las manos para que estaciones acá y alla, fue toda una odisea. Finalmente encontramos una casa en una calle lateral que hacía las veces de estacionamiento. Gustó y quedó.

La Agridulce
Finalmente no fuimos a la Salada per sé, sino que era un complejito cerrado, que venden lo mismo, capaz un peso o dos más caro, pero que no es tan frío y se dice que es más seguro. Igual, no es muy distinto a lo que hay afuera. Termina siendo que arriba era un estacionamiento. Cuando pasaban los autos, se notaba. Ahí me dio miedo.

Proyecto Cartele
Los carteles que más me llamaban la atención eran unos que decían, por ejemplo "Prohibida la venta de cualquier mercancía que incumpla con la Ley de Marcas", lloré de risa. El otro, no gracioso en el contenido, sino en la lógica era "Prohibido el uso de estufas. Multa: 100". Y claaa, se les prende fuego algo, se mueren todos.

Trato hecho
La gente era re amable. Defendiendo su mercadería de los cuervos regateros, eran en general bastante amables y preocupados por sus clientes. Pese al frío de estar quietos, eran cálidos. No sé por qué, pensaba que serían más groseros. Me sorprendí.

Léxico
Sergio sostuvo toda la noche que si no hablás como porteño, te cobran menos (a mí me re costó jaja) Así que de vez en vez daba rienda suelta a su herencia paraguaya y le mandaba tonada. Yo por dentro me reía un poco, me daba ternura.

El Choping
Finalmente no compramos casi nada. Yo fui más para conocer. Había un par de buzos, que se yo, pero la verdad me contuve. Si compramos ropa interior. Claro, eramos Sergio, Alan, el cuñado de Alan y yo, así que comprámos bastante y nos salió dos mangos. También me compré una remera, pero después se las voy a mostrar.

Una madre siempre sabe
Les había dicho que la suegra de Alan venía con nosotros. Mujer joven y buena onda. El único reparo que hizo fue cuando compramos las medias, ella las sacó del paquete, para tantear la tela y para ver las costuras, por miedo a que estén mal en los bordes. Un amor.

Pudores
Ya a punto de irnos, tipo 8 de la matina, no aguanté más mis ganas de orinar. Justo yo, con mis innumerables fobias bañísticas. A ver, había baños cada tanto, los cuales te cobraban $1 para entrar. Te cobraban afuera, y ya te daban un rollito de papel. Adentro tenías los mijitorios (el olor ya lo imaginan) y dos o tres inodoros, que entraban y salían, como piña. Yo de maricón, no podía en los migitorios, así que casí al borde del vómito entré. No quería respirar, les juro que no quería. Incluso apenas abrí los ojos. Pero no pude más y respiré. Sentí que se me iba el alma hasta que ya no sentí nada. No, no me desmayé, sino que no había olor a nada. WTF? Mirá como son de organizados, que no había papeles en el piso, ni rastros de nada en el borde del inodoro, ni líquidos en el piso. Arriba había extractores. Un poco oscuro y con los típicos grafitis en la puerta, pero después, un lujo era el baño. Volví a sorprenderme. Hice pis feliz y me fui rete contento.

La vuelta
Ya descargado, con un par de boxers de la pantera rosa nuevos, algunas medias de algodón y mi super e increíble remera, volvimos a buscar la camioneta. Volvimos a taparnos. Hacía más frio, así que tuvimos que acercarnos más. Pero como yo gusto de Sergio y creo que él de mí. Me desperté llegando ya.

Secuela
Casco se quedó con las ganitas de pasar a la Salada posta, así que me dijo que en breve volvemos. Pero por ahora, pienso disfrutar de mis calzoncillos de Pantera Rosa, que son re cómodos y tan bárbaros :)

8 comentarios:

Marbot dijo...

Deberías haber puesto "retrete contento" :P

Y sí, la próxima que sea en verano. Ah, y te encargo calzoncillos y medias, que jamás están de más.

Volviendo a Crecer dijo...

no sé que fué mas gay amigo..
si encarar derecho a los individuales y esquivarle el bulto (valga la redundancia) a los mejitorios o el boxer de la Pantera rosa jjajaja.

Buenisimo tu relato textual!!

Chuli! dijo...

Jajajaa que loco. Pensé lo mismo que Volviendo...

Ahora, decirle "Casco", ya eso es de señora casada Gallyto :P

Es chistosísimo como todo el que me conoce se acuerda de mí al ver gatos o hinchas de boca :P Me alegro por ti haber acariciado a tan linda creaturita...

Una sola vez fui a la Salada con mamá, en su época de vendedora de negocio de ropa. En "el bajo salada", si me permitís el término, no tenés que tenerle miedo al afano o algo similar. Sino que guarda con los carros de mierda que son del ancho del pasillo y dos y tres y no te corriste, te atropella. Creo que a donde fuiste vos es "Punta Mogotes" Ôo

Gally dijo...

exaaacto chuly, punta mogotes... ahí meesmo...

y lo gracioso es que él pone los apodos cariñosos y yo no arriesgo más de un "mi vida" o "casco"... a lo sumo y entre mis amistades, "mi romeo"

nada de "gordo" y eso que bien le quedaría :)

Staff de Bla Bla Bla dijo...

Excelente crónica. Podes ser enviado especial de cualquier medio!

Saludos!

Sabina dijo...

Sin querer me acordé de una clásica expresión uruguayense, que poco tiene que ver con este post y que es "qué sal!!!" o "qué salada/o que estoy" cuando querian putear por la mala suerte...
La siguen usando?

Gally dijo...

Mario: la próxima te traigo un par de cada cosa de regalo

Volviendo: los boxer de pantera son lo más!

Chuly: me había olvidado, los carritos son lo peor! todos puestos me los llevé.

Bla Bla Bla: cuando quiera oficio de...

Y Sabi, lo de estar salado es re conocido en el mundo enteero jajaa

Chuli! dijo...

Es que Sabina parece que vino de otro mundo: utiliza palabras RARÍSIMAS... y no entiende muchas comunes...

Mansa sal boluo'