Tomame la Palabra...

- No, no te la tomo un carajo tu puta palabra... no tiene ninguna validéz para mí.
-Pero por favor, te lo juro por mi vieja.
-¡Ah! Pará, se re cumple eso de que se va a morir tu vieja, seguro. Yo toda mi vida juré por mi suegra y la vieja forra no se muere más.
-¡¿?!
-Eso de "te juro", "te doy mi palabra" y todas esas mogoliqueadas tenían valor hace mil años atrás, cuando a las personas le quedaba moral todavía. Hoy no son más que patrañas.
-¿Pero que te pasa hoy, te levantaste en negativo?
-Si, pero mañana será otro día...
-¡¿Y ahora sos optimista?!
-Y a vos que carajo te importa como mierda estoy yo!
-Esto ya no tiene lógica...
-Vos no tenés lógica.
-O sea, empezamos la charla cuando te pregunte si viste a mi abuela que vive al lado de tu casa...
-¿Qué? ¿Ahora somos Pepito y José?
-De hecho a vos te dicen Pepe y yo me llamo José...
-Se, se, somos una canción infantil... ¿Qué, tenés ocho años?
-En realidad sí. Y vos sos un nenito 7.
-Le voy a contar a mi mamá.
-¡Contale! ... Idiota ...
-Ah, mirá que bien, ahora tengo que soportar tus palabrotas.
-¡Si vos puteaste todo el tiempo!
-Si, pero esas eran mis palabrotas, no tus palabrotas.
-Imbécil...
-Hace años que no escuchaba esa palabra...
-¡Somos hipoacúsicos! ¡Todo esto es por lenguas de señas!
-¡Cuánto humor negro!
-...
-...
-...
-...
-...
-... D'oh!