Reencuentro

Ahí voy a la casa de mi amiga. No la veo hace meses. Que extraña suena esa frase cuando antes pasábamos todas las mañanas juntos, riendo o peleando, estudiando o rascando, pero juntos al fin. Ahí voy después de tanto tiempo, de tantos cambios que mi mente me atormenta con dudas que no había tenido en cuenta hasta ahora. ¿Me verá diferente de antes? ¿Me verá cambiado? ¿Notará esos cambios de los que sí estoy orgulloso o sólo los que me averguenzan?. Y yo, ¿podré reconocerla? ¿Compartiremos aún las mismas cosas?
Ahora ya es tarde para pegar la vuelta, además la única manera de sacarme todas estas dudas es siguiendo adelante.
Pasaron tantas cosas este último tiempo, que quizá no pueda contárselas todas, y me preocupa que el tiempo no sea suficiente. No quiero verla así, me niego rotundamente, pero si desisto, va a pasar un montón de tiempo hasta que vuelva a verla.
Estoy entre la espada y la pared. Seguir o no seguir. ¿Y yo que quiero? Verla. ¿Entonces? Bueno...
Ya estoy en la puerta, el timbre sonó, es tarde para volver atrás...